miércoles, 16 de junio de 2010

¿LLANEROS, QUIEN SE ROBO NUESTRAS AGUAS?


Quien no recuerda con agrado los días inolvidables en los que solíamos ir a los ríos y lagunas de nuestro pueblo, ya sea de pesca o simplemente para darse un chapuzón, claro después de haber cumplido con los deberes impuestos y propios de nuestra mocedad, o cuando nuestros padres, se hacían de la vista gorda y nos dejaban salir a vagar, vagar sin rumbo fijo.

Los sitios habituales para tales ritos, eran por su proximidad: la “Laguna de Miguel”, “Laguna La Cueva”, “Rio Caganche”, “Rio Brujuelas”, “Rio Tosa”, entre algunos otros. Solíamos marotear en los montes cercanos las más sabrosas frutas: naranjas, guayabas, chinas, aguacates, limones, nísperos, pan de frutas, cerezas, manzanas de oro, caimitos, guanábanas, almendras, mangos y naturalmente caña. Que experiencias tan sencillas pero que para todos tenían la dimensión de grandes aventuras.

Con el paso de los años, todo a cambiado, algunas cosas se terminaron, otras están en desuso y nosotros que ya no estamos en edad de correr estas increíbles aventuras, aventuras en que el agua significaba el ingrediente principal de nuestras correrías infantiles y juveniles, ya sea bañarnos en el los ríos o en cualquier laguna, sitios donde inclusive practicábamos la caza y la pesca.

El domingo recién pasado, en un recorrido por la carretera que da al Ingenio Quisqueya, me detuve a deleitarme con la majestuosidad de las agua de la Laguna de la Cueva, oh sorpresa la mía, la misma tiene reducida casi 50% de sus aguas, ante mi sorpresa mi pequeño hijo a quien lleve a ver, por primera vez una laguna, exclamo: - ¿Papi, y quien se robo el agua?. Según pude indagar, del caudal de Caganche, solo queda el recuerdo, igual suerte espera Tosa y los demas rios ¿Pero, qué paso con toda esa agua? ¿En dónde quedó el agua? ¿Quién nos arrebató el agua nuestra de cada día? ¿Quién se robó nuestra agua? Por más que pregunto y busco respuestas, no hay quien me las de en forma satisfactoria.

Los Llanos, a pesar de poseer un inventario importante de recursos acuíferos, se está convirtiendo poco a poco en un territorio semidesértico. Igual suerte han corrido los montes que rodeaban a nuestro pueblo, en donde de forma silvestre abundaba una diversidad de árboles frutales, y es que no sé cómo ni quien, se los robó.

No es posible, que ayer cuando nuestras tierras se bañaban con las aguas de ríos, arroyos y lagunas, lucíamos dueños de un potencial acuífero en toda la región Este, que hoy Los Llanos carezca del vital elemento, son muy pocos años en que de golpe y porrazo, estemos padeciendo tan tremenda perdida, no es posible que nuestras autoridades no hayan previsto y corregido tal situación, situación que no ha sido repentina, sino de forma lenta y sistemática.

Sabemos que nuestra situación no es única, que el recurso agua hace falta en todo el mundo, pero con la pequeña diferencia de que en todo el mundo, la situación lejos de agravarse se ha ido previniendo y de alguna manera se han implementado alternativas a soluciones.

Es importante que tomemos conciencia de cuál puede ser el futuro de nuestros campos y de nuestros cultivos. Que recursos dejaremos como herencia a las futuras generaciones de Llaneros. Es necesario ya, implementar programas de recuperación de aéreas verdes, plantación de árboles en las cuencas de nuestros ríos, y establecer protección oficial a nuestras principales fuentes acuíferas, programas de educación y concientización del medio ambiente en nuestras escuelas. De forma que nuestros hijos no nos pregunten algún día: “¿Quien se robo nuestra agua?”.

Nolberto Sabino



martes, 1 de junio de 2010

OTRO S.O.S. PARA LOS LLANOS

Carta tomada del periodico digital Hoy, de fecha 20 de febrero del 2006.

Señor director:

San José de los Llanos es una pequeña y humilde villa, enclavada justo al centro de la Sabana Guabatico, en la parte oriental del país, escenario de grandes acontecimientos relacionados con las luchas libertarias. Allí se reunieron el Mariscal Pelaez y Campomanes con el General Pedro Santana en ocasión de acontecimientos relacionados con la anexión de nuestro territorio a la Madre Patria. La familia Duarte Diez tenía explotaciones madereras en la región y su administrador, Don Vicente Celestino Duarte, se radicó allí, desde donde conspiró contra la ocupación haitiana y le correspondió disparar el cañonazo anunciando, en la noche del 26 de febrero del 1844, la emancipación de nuestro pueblo del yugo que nos esclavizaba. Posteriormente, ya en tiempos de la restauración de nuestra independencia, le tocó al Gral. Gregorio Luperón convivir con los llaneros y tanto se impregnó de todo lo que disfrutó que escogió una llanera como mujer que habría de acompañarlo, en las buenas y las malas, hasta el día que la parca le pasó factura.

Durante la ocupación yanqui de principios del pasado siglo, Los Llanos se distinguió por su oposición militante. La primera conjura contra la tiranía encabezada por el Gral. Trujillo Molina, fue dirigida por un hombre de Los Llanos: el mayor piloto Aníbal Vallejo, quien , arriesgando su vida y la de los suyos, antepuso a ello la vida de la Patria. Durante la tiranía, ningún llanero se distinguió entre los serviles que se prestaron a todo género de degradación moral.

Podríamos extendernos indefinidamente ponderando la nobleza de los hijos de Los Llanos y su desprendimiento cuando se trata de su comunidad. Pero.... (siempre hay un pero...), no hay reglas sin excepciones....

De ser uno de los municipios con mayor extensión territorial, ha devenido en lo que podríamos llamar Un rinconcito de la patria.

A finales de los 40 del siglo pasado, en su afán de que la Provincia Trujillo fuera la más grande del país, Trujillo le cercenó toda el área de la Cordillera Central que pertenecía al municipio. Posteriormente, en 1959, para agregar al Distrito Nacional, Los Llanos fue despojado de toda la zona costera (Guayacanes, Juan D’Oleo). Desaparecida la tiranía, esta franja le fue restituida a la provincia, pero en una acción, que no nos atrevemos a calificar, las autoridades provinciales la anexaron al municipio cabecera en vez de colocarlo, como antes, dentro de los límites del Municipio de San José de Los Llanos. Pero ahí no para la cosa. En una acción politiquera, el actual Senador de la Provincia, secundado por la diputada Rafaela Alburquerque Vizcaíno, introdujeron al Congreso Nacional, y lucharon denominadamente hasta obtener su aprobación, un proyecto de ley mediante el cual se creó el Municipio Quisqueya reduciendo Los Llanos a lo que es hoy: Un puñado de hombres y mujeres dentro de una parcela cercada por sus dueños, padeciendo la más irritantes necesidades. Veamos: Durante más de un siglo el cultivo de la caña de azúcar y su industrialización, representó para esta comunidad el modus vivendi por excelencia, ya que toda el área cultivable estuvo dedicada a la plantación de esta graminea, dándole sustento a la mayoría de sus pobladores y girando alrededor de esta actividad toda la actividad económica.

Sin embargo, aunque las plantaciones de caña y las factorías de los ingenios Quisqueya, Cristóbal Colón y Boca Chica, así como una parte significativa de las plantaciones cañera de los Ingenios Consuelo y Angelina, estuvieron durante mucho tiempo dentro de los límites catastrales del Municipio de Los Llanos, nunca fue favorecido con la proporción correspondiente de los impuestos que el Fisco recavaba de las empresas que explotaban el territorio llanero.

Como consecuencia de esta iniquidad, unida a la irresponsabilidad de quienes son electos para representar sus intereses y a la falta de sensibilidad de quien nos han desgobernado por tanto tiempo, tenemos que soportar abusos tan irritantes como el uso de letrinas en el área urbana, demostrando el mayor grado de pobreza, el deterioro de las calles, la falta de caminos de penetración, ocasionando la desaparición de los cultivos agrícolas por carecer de vías para sacarlos y la destrucción de las carreteras que unen el municipio cabecera con El Puerto, Cayacoa y Quisqueya.

Al gobierno central no le interesa en lo más mínimo la solución de estos casos por cuanto los aspirantes a cargos electivos son los mismos que nos han defraudado durante cuatro períodos, sin habernos visitado para interesarse por nuestro discurrir. Las actividades nocturnas son nulas por cuanto la electricidad es suspendida, con una puntualidad cronométrica, a las 4:00 P.M. y restituida, con suerte, a la 1:00 A.M., con el agravante de que el suministro de agua se suspende mientras el fluido eléctrico brille por su ausencia.

La falta de fuentes de trabajo, unida a todas estas peripecias hace de la vida en Los Llanos algo que merece más que un artículo en los medios de comunicación, yo diría que una novela similar a la que narra la vida en Macondo, se podría constituir en un best seller.

Nos consuela que por ahí viene el 16 de mayo del 2006 y quienes habrán de venir por lana saldrán trasquilados.

Los llaneros tenemos buena memoria y mucho orgullo y dignidad, por eso lucimos como pusilánimes sin protagonizar actos de violencia, en cuyo derecho estamos, pero sabemos cobrar a quienes nos deben.

El 16 de mayo nos vemos. Hasta entonces y que Dios nos proteja. Amén.

Muy atentamente,

F. A. VASQUEZ, hijo (Frank)