Hay
que tener mucho cuidado con el fenómeno de las redes sociales. Pueden ustedes
decirme que carajos tiene Facebook, Instagrant, Twitter, y demás mecanismos de comunicación
social que pululan hoy día, que nos hacen tanto confiar o sentirnos confiados
con lo que hacemos, decimos o subimos a la red?
Me
explico, antes de la llegada de las redes sociales como las conocemos hoy día, nos
costaba mucho dar a cualquier desconocido o amigo, ni siquiera nuestro verdadero
nombre y ni que hablar del apellido o numero telefónico. En uno de los antiguos
chats por ejemplo... todos usamos un sobrenombre, un Nicks o simplemente un apodo,
para ocultar nuestra verdadera identidad, es decir fingíamos siempre ser otros
por temor a revelar nuestra intimidad. Si alguien nos preguntaba por nuestro nombre
real normalmente le decíamos el de un actor de cine, un rapero o cualquier otro
inventado, pero de ahí a decir más…nunca!
Lo
verdaderamente extraño sucede ahora, a nadie le cuesta dar en Facebook su
nombre, apellidos, situación sentimental, edad, teléfono, fotos (muchas de las
veces hasta desnudos), religión... ¿Qué es lo que nos ha ocurrido? ¿Por qué esa
confianza ciega a Facebook? Es cierto que Facebook tiene opciones de privacidad
pero muy poca gente las configura bien... ¿quizás sea eso? que somos ignorantes
y no sabemos el alcance y uso de de la información que damos.
Son
incontables ya los casos de jóvenes, a quienes les han vulnerados sus derechos
de privacidad, cuando amigos o contactos han difundido sin su autorización
fotos en situaciones delicadas, viendo así comprometidos su moral.
Pero
no solo se producen casos de abusos sexuales, o de distribución de imagen no
autorizada...no., la cuestión es más grave, ya en muchos casos lamentablemente
son los jóvenes quienes de forma voluntaria suben fotos o videos mostrándose desnudos.
Para
que este fenómeno se complementara, se dio también el avance de los Smartphone
o teléfonos inteligentes. Ya cualquier niño es dueño de un celular con cámara,
si bien es cierto que estas herramientas bien usadas, pueden y han sido de gran
ayuda en situaciones de riesgos, también han sido los mecanismos idóneos para
la violencia y el abuso de exhibición y comercialización de imágenes sexuales
de jóvenes sin autorización, lo cual constituye un delito penal.
Nos
debe mover a preocupación esta carrera
que hemos emprendido, en la que es vital e importante tener una cuenta de
facebook o cualquier otra red social, y llenarla con nuestros datos personales,
y mostrar vídeos y fotos de nuestro cuerpo y nuestra intimidad.
En
lo personal iniciaremos una campaña de borrar de nuestros contactos, a todos
aquellos que muestren fotos o vídeos de ellos o de terceras personas, desnudas
o en situaciones sexuales, que abusen de niños, que promuevan la violencia de género,
el maltrato animal o que simplemente llenen las redes de imágenes de un Cristo
que ni ellos mismos se lo creen.
Por
el adecentamiento de las comunicaciones en las redes sociales… aunque me quede
sin un solo contacto.
Nolberto
Sabino